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Itinerarios en Roma - Las grandes basílicas patriarcales

Itinerarios en Roma - Las grandes basílicas patriarcales (el orgullo de la cultura cristiana)

El peregrino tuvo que recorrer a pie los 5 km que separaban el Vaticano de la Archibasílica de San Juan que se llama la Catedral de Roma y la Iglesia Madre de la Cristiandad. Fue el emperador Constantino, que acababa de convertirse al cristianismo, quien cedió la propiedad de los palacios de Letrán al obispo de Roma para colocar allí la catedral en el 313, año del famoso Edicto de Milán en el que el emperador promulgó la libertad de culto para todos los ciudadanos. Así se erigió la Basílica que, dentro del complejo arquitectónico de Letrán, fue la residencia oficial de los Papas durante unos mil años. La inmensa Piazza di San Giovanni , una de las plazas más grandes y bellas de Roma, es ahora un lugar de celebración de conciertos y eventos polÃticos y culturales. En el centro, el obelisco egipcio más antiguo de Roma guía al cristiano en su peregrinación religiosa de una basílica a otra.

Gran parte de la historia de la Iglesia se escribió en esta basílica: se proclamaron varias cruzadas, se firmó el primer Año Santo y los Pactos de Letrán. Debajo del edificio aún se pueden ver los restos del cuartel de la guardia de caballos del emperador Constantino. A lo largo de los siglos, la Catedral sufrió grandes transformaciones y destrucciones, hasta que en 1650 fue reconstruida por Borromini. La obra se completó en 1740 con la erección, por parte del florentino Alessandro Galilei, de la espléndida fachada en la que se funden los estilos barroco y neoclásico. No hay que perderse el Baptisterio, de la época de Constantino, con su tÃpica forma octogonal que se ha convertido en un modelo para todos los baptisterios del mundo cristiano, y los Claustros que datan de 1220 con 125 pequeños arcos y las tÃpicas columnas retorcidas.

En el lado oriental de la plaza se encuentra la Escalera Santa. Según la tradición medieval, los 28 peldaños de la Escalera son precisamente los del Pretorio de Pilatos en Jerusalén, por el que supuestamente subió y bajó Jesús durante su juicio y en el que dejó rastros de su sangre. Ningún pie puede pisar esta reliquia y los fieles sólo pueden subir la Santa Escalera de rodillas.

La Escalera Santa conduce a la Capilla de San Lorenzo o Sancta Sanctorum, llamada así porque alberga algunas de las reliquias más sagradas del cristianismo. Nos detenemos para admirar la imagen de Cristo Acherotipa, de origen no humano, que en la Edad Media se llevaba en procesión para alejar la peste.

Nos trasladamos a la colina del Esquilino para admirar la imponente Basílica Patriarcal de Santa Maria Maggiore: la basílica en la que los diferentes estilos arquitectónicos se mezclan con mayor armonía. Fue fundada en 352 por el Papa Liberio, en el mismo lugar donde la Virgen María le había indicado en un sueño que encontraría nieve. El artesonado, el encantador campanario románico, los famosos mosaicos de la Coronación de la Virgen, las Capillas Sixtina y Paulina son obras de arte que no hay que perderse, así como, la reliquia religiosa formada por fragmentos de sicomoro que, según la leyenda, pertenecieron al pesebre que había sido la cuna de Jesús.


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